LOS PROMOTORES INMOBILIARIOS BAJAN PRECIOS EN PUNTA DEL ESTE - 24/12/2013

En obras nuevas los valores llegan a ajustarse hasta 20%, de acuerdo a operadores.

En un ambiente de economía desacelerada, de trabas a la salida de capitales en Argentina y ante la urgencia de colocar las nuevas unidades, los inversores y desarrolladores inmobiliarios de Punta del Este son capaces de bajar hasta un 20% el valor de un inmueble en construcción o recién finalizado, según operadores consultados por El Observador. Además, lo nuevo viene con todos los servicios contemplados, lo que seduce al comprador de buen poder adquisitivo que se olvida de los edificios viejos que suelen ubicarse frente al mar.

Buena parte de la oferta nueva en el principal balneario del país obliga a moverse a desarrolladores e inversores ante el apremio de seguir pagando el emprendimiento para llegar a su término. Hay otros, claro está, que prefieren aguantar el precio sin salir al mercado a “regalar”. Todo depende del nivel de necesidad de vender y cuánto se precisa ese dinero, dijo Andrés Jafif, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este (ADIPE). “Puede haber una quita de hasta el 20% en los precios”, continuó.

El empresario, también director de la inmobiliaria Santos Dumont y que lleva en el rubro casi 40 años, explicó que el desarrollador y el inversor pueden llegar a competir entre ellos. “Hay inversores que compran muchas propiedades , y a veces, con la necesidad de vender, bajan los precios y empiezan a competir con el desarrollador. Esa es la mercadería que le llega al inmobiliario para vender y ahí se da la competencia entre inmobiliario y desarrollador”.

En ese sentido, dijo que en cuanto a precio y calidad se encuentra de todo, “desde lo más caro a lo más barato”.  Para Jafif, en todo caso, la clave para vender siempre será que los valores se ubiquen acordes al producto y sean “interesantes”, en un mercado que, pese a la desaceleración de la economía y el efecto argentino –con todas sus restricciones que atentan contra el turismo proveniente de ese país–, “está firme” y sigue ofreciendo buenas oportunidades de negocio.

Sebastián Domínguez, operador inmobiliario de Punta del Este, coincide en que muchos promotores con obras nuevas tienen que vender para empezar a mantener la propiedad, y que por este motivo el precio del metro cuadrado “bajó abismalmente”. Domínguez señaló que en los últimos años el metro cuadrado costaba en torno a US$ 3.000 mientas que hoy bajó a entre US$ 1.800 y US$ 2.000. “Ahí es donde los edificios nuevos comienzan a competir con los viejos”, en el sentido de que los precios de los que recién salen al mercado se asemejan a los que ya estaban, además de contar con más y mejores servicios.

En la negociación es donde se halla también un buen precio, según José Luis Soba, gerente de la inmobiliaria Braglia en Punta del Este. Con unas ventas más lentas y a un menor ritmo que la temporada pasada, señaló que los valores bien pueden negociarse: el cliente le pasa una oferta a la inmobiliaria, que luego trata de unir las partes. “Ahí se nota la rebaja del precio”, explicó.

Soba añadió que existe una venta de edificios nuevos con atractivas facilidades de pago y excelentes servicios, pero que, ante un cliente inseguro, recomienda siempre la reventa porque “está funcionando y sabés cuánto pagás de gastos de consumo; lo otro lo sabés cuando se arme”.

El experto inmobiliario dijo que el mercado, entre el que prefiere lo nuevo o los edificios con algunos años, se divide por partes iguales. “Hay opciones para la elite y para el laburante” en Punta del Este.

Todos los chiches
De cualquier modo, para el comprador top la opción no tiene doble lectura: apunta al edificio nuevo que ofrece servicios de excelencia. “Lo que se está vendiendo es nuevo. Y eso se vende o se pone de alquiler, porque cada vez más gente se viene a vivir acá (ver recuadro). El alquiler puede ser anual o por temporada, y a un precio que pueda mantener” el inmueble, aseveró Domínguez. 

Nana Lavagna, dueña de la inmobiliaria que lleva su nombre, dijo que la gente no quiere lo viejo “porque te matan” con los precios, que deberían ajustarse a la realidad. Puso como ejemplo la venta de una propiedad por la que pedía US$ 190.000 más los trabajos de reciclado necesarios para su acondicionamiento. La operación se concretó por  US$ 140.000. “Por cualquier reformita te cobran US$ 2.000 el metro cuadrado. Es más tentador un edificio con todos los servicios”, señaló. 
La empresaria también aclaró que el mercado “no está bajo”, tanto en ventas como en alquileres, mirando en especial hacia la temporada de verano que se avecina. “Cada vez más los argentinos están interesados en venir, más aún ahora con la ‘revolución francesa’ que se viene al lado. Este verano vamos a trabajar más”.

Los que suelen comprar lo nuevo son uruguayos más que argentinos o brasileños, y apuntan a los apartamentos en vez de casas, esencialmente, por un motivo de seguridad. Hay edificios nuevos en Punta del Este que cuentan con lavandería, lavado de vehículos –y personal que lo estaciona–, piscina climatizada para invierno y otra exterior para verano, spa, canchas de fútbol y básquetbol, campo de tenis, barbacoa, juegos electrónicos y pool, minimercado, peluquería, boutique y vigilancia con circuito cerrado de cámaras las 24 horas. Todo esto es priorizado por muchos clientes que desdeñan la ubicación y se apuntan para contar con grandes servicios.

Fuente: El Observador Uruguay

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